Situada en Chancery Lane, cerca de Lincoln's Inn Fields, Chancery House es el emplazamiento de las Bóvedas de Plata, históricamente utilizadas a partir del siglo XIX para el almacenamiento y la venta de obras de arte y orfebrería. El edificio original se construyó en 1885, pero fue bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial, antes de ser reconstruido en la década de 1950, conservando intactas partes de las bóvedas originales del sótano. El edificio ha sido sofisticadamente revitalizado por el estudio local dMFK Architects con el diseño interior de Norm Architects, de Copenhague, transformándolo en un nuevo espacio de trabajo flexible con salas de reuniones, gimnasio, terraza en la azotea, patios y cafetería.
El proyecto, de 16 000 metros cuadrados, cuenta con la certificación "BREEAM Excelente". Los nuevos pozos de luz mejoran la iluminación natural de los espacios de trabajo de la planta baja, el gimnasio y las zonas comunes. Un aparcamiento existente se convirtió en un jardín con plantas para mejorar la biodiversidad, el bienestar y la conexión con la naturaleza. El exterior del edificio se revistió con ladrillos reciclados, que incorporan un mínimo del 60% de residuos de construcción reciclados.
En el interior, Norm Architects seleccionó una gama de materiales naturales y crudos. El ladrillo rojo, la arenisca y el hormigón hacen referencia a elementos de la fachada. Los acabados de acero inoxidable cepillado y pulido que revisten los ascensores y las escaleras hacen referencia a los orígenes del edificio como sede de las cámaras subterráneas donde se vendía la plata. Según los arquitectos, "la elección de colores y materiales se extiende más allá del edificio, haciendo referencia al entorno urbano para invocar una sensación de calidez, comodidad y tacto". La entrada del edificio también se actualizó con la adición de un portal revestido de acero.
La planta baja está programada con una zona de recepción. Aquí, los ladrillos rojos se extienden desde la envolvente exterior para formar los escalones, suelos y paredes interiores. Las vistas al patio y a la vegetación de la calle, así como la abundante luz natural, ayudan a fundir el interior con el exterior. En la planta baja hay cómodos asientos que crean un ambiente relajado y comunitario. Las mamparas de madera colocadas alrededor de las zonas de trabajo ayudan a crear una sensación de cerramiento, al tiempo que mantienen la apertura. En el sótano, un gimnasio y zonas de reunión tienen acceso a la luz natural a través de los nuevos pozos de luz. En las plantas superiores hay salas de reuniones de distinto carácter y tamaño.
